Índice
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Editorial
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Pág. 8: Héroes del Brillo. Fotógrafías y texto Federico Estol.
Pág. 18: Diciembre 2001. Fotografías y texto SUB Cooperativa de fotógrafos. Pág. 26: Días y noches eternas. Fotografía Ana María Arévalo, texto José Gregorio Darwich Osorio. Pág. 32: Faltan mil años de historia. Fotografías y texto Gabriel Carpes. Pág. 42: Aproximaciones feministas al retrato y al paisaje. Sobre las abuelas de Cinthya Santos-Briones y los tesoros de Zahara Gómez. Fotografías de Cinthya Santos-Briones y Zahara Gómez, texto Ángeles Donoso Macaya. Pág. 52: Una sombra oscilante (2016-2018), Paisajes / Micro im (2019). Fotografías y texto Celeste Rojas. Pág. 62: Cores e Valores. Fotografías Fernando Banzi, texto Stephanie Ribeiro e Tulio Custódio. Pág. 70 ¿Dónde están?. Texto César Barros. Pág. 74: Murallas. Fotografías Osvaldo Salerno, texto Ticio Escobar. Pág. 80: Álbumes. Texto Paz Encina, Fichas Archivo del Terror. Pág. 84: Como Walt Disney. Texto e imágenes F.E.A. Pág. 94: Padre, hijo y espíritu armado. Fotografías y texto Álvaro Andrés Cardona. Pág. 100: Archivo Muerto. Fotografías Andrés Felipe Orjuela, texto Kim Knoppers. Pág. 106: Un negro es un negro, pelucas portadoras. Fotografías y texto Liliana Angulo. Pág. 112: Mi narración triunfará. Collage Pedro Manrique Figueroa, texto Jerónimo Duarte Riascos. Pág. 116: Bolívares para Cañon 2. Fotografía y texto Jesús Briceño. Pág. 120: Primera Piedra. Edición y texto Musuk Nolte. Pág. 126: Fotogra ar la propia muerte. Las últimas fotografías de Willy Retto en Uchuraccay. Fotografías Willy Retto, texto Victor Vich. Pág. 136: Taller 4 Rojo; producción gráfica y contrainformación. Equipo Transhistor(ia) - María Sol Barón Pino y Camilo Ordóñez Robayo. Pág. 146: Chile o Muerte. Texto Jorge Gronemeyer. |
Hace diez años, la Fundación Simón I. Patiño de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, dirigida entonces con toda la energía de Roxana Moyano, ponía en marcha un proyecto editorial para desarrollar una revista de alcance regional en el ámbito de las ciencias sociales. Sin embargo, diversas consideraciones postergaron ese emprendimiento, ante lo cual propusimos la alternativa de utilizar aquellos recursos ya asignados y hacer una revista de fotografía sudamericana, que desde las distintas facetas de esta disciplina mirara las sociedades donde vivimos. Es decir, mantener el eje de la publicación en las ciencias sociales, pero con un instrumento cultural diferente, creativo y novedoso. Su apoyo entusiasta fue decisivo para instalar “Sueño de la Razón” como una colección monográ ca, que propone una opinión colectiva sobre diversos aspectos de nuestras realidades regionales. Este impulso inicial nos ha permitido, a lo largo de este decenio, investigar en una perspectiva que visibilice desde la fotografía y su conceptualización, la riqueza y diversidades culturales de nuestro continente.
En 2007 se llevó a cabo en Sao Paulo el primer Foro Latinoamericano de Fotografía, con el apoyo de Itaú Cultural y la gestión de Iatâ Cannabrava. En esa ocasión nos conocimos personalmente muchos de los futuros colaboradores de este equipo editor del sur del Río Grande. Los diversos encuentros en torno a la disciplina fotográ ca que se han sucedido en la última década en Latinoamérica, han sido la plataforma presencial y una condición fundamental para esta construcción de miradas y re exiones críticas sobre la fotografía y sus implicancias desde nuestros territorios. Cuando iniciamos este sueño, a partir de aquel universo que se reunió en Brasil, invitamos a una persona por cada país (hasta aquí tenemos una gran deuda con Guyana, por nuestro sueño de incluir a toda Sudamérica) para ejercer como editor desde su lugar. Entre sus características, los integrantes de este comité destacan por pertenecer a redes locales fotográ cas, lo cual se tradujo en que hemos tenido acceso directo a acervos signi cativos y trabajos contemporáneos que no necesariamente han tenido mucha circulación. Estamos muy orgullosos de este gran colectivo de editorxs, fotógrafxs, escritorxs, investigadorxs, criticxs y artistas muy diversxs, que desarrolla un trabajo alejado del lucro y que ha podido funcionar |
a escala continental. Hasta aquí hemos enfocado nuestra actividad a Sudamérica, pues nuestra estructura autogestionada, la enormidad de las distancias y las diversas realidades involucradas, no nos ha permitido extendernos a todo el continente americano. Tampoco es una idea que rechazamos para el futuro, pues no solo constituye nuestro entorno inmediato, también es una fuente importante de generación de proyectos culturales que nos convocan y que nos interesa explorar en los próximos diez años.
Nuestras perspectivas para entender y practicar la fotografía son diversas, entre ellas destaca la noción que este lenguaje visual se ha constituido en una herramienta de la política, cuya utilización se inserta en diversas manifestaciones de las diferentes luchas que se desarrollan en los territorios que habitamos. Esta décima revista -Luta e Poder- nos entrega diferentes puntos de vista políticos, desde las imágenes, sobre algunos acontecimientos de nuestra Sudamérica. Así como en Lucha se inscribe la idea de la acción a través de la fotografía de aquellos marginados del sistema dominante, las comunicaciones o ciales y su aparataje de propaganda nos muestran también como el Poder se ha apoyado en la imagen técnica desde que ésta se instaló como el escribano social que certi ca la veracidad de los hechos que se esceni can delante del material sensible. Estas páginas que editamos dan cuenta, desde el documentalismo, de secuelas sociales de las violencias cometidas por los estados de la región; también como la narración con fotografías ha operado en políticas colaborativas entre las personas. Por series fotográ cas sabemos de mujeres encarceladas y de abuelas que persisten en buscar a los suyos, apoyadas por cierto también en la insistencia inagotable de las capacidades forenses de la fotografía. Revisamos literatura de propaganda editada por dictaduras y también trabajos desde el Arte de exilios, o resigni cación de archivos de la prensa roja. Esta primavera austral, que ha precedido el cambio de década, ha sido el escenario para numerosas manifestaciones sociales en toda la región. Las escenas cambian, pero el malestar uni ca los discursos. Mientras la fotografía se ha hecho presente en calidad de testigo, agitador, denunciante y esceni cador de miles de propuestas que se superponen en muros, calles, publicaciones y, por sobre todo, en redes sociales. Si en el primer número de la revista nos preguntábamos para qué servía la fotografía, en esta edición es la fotografía que propone y se reinventa como medio para seducir y luchar desde el poder de los símbolos. |