#04 Viagem
ÍndiceViaje al Gran Chaco Boreal. Fotografías de Guido Boggiani. Texto de Adriana Almada. (8)
Fueguinos en Europa: los kawésqar de 1881. Fotografías de Pierre Petit. Texto de Christian Baez. (16) Anvers - 1996 – Valparaíso. Fotografías y texto de Rodrigo Gómez Rovira. (22) Esperanza. Fotografías de Luis Sergio. Texto de Bernardita García J. (26) Tiempo de limosinas. Fotografías de Myriam Meloni. Texto de Rosina Cazali. (34) Punto ciego. Fotografías y texto de Luz María Bedoya. (42) Da natureza nada se tira, apenas fotografias. Texto de Livia Aquino. Fotografías de Kodak Advertising Collection George Eastman Legacy Collection. (48) La serpiente líquida. Fotografías y texto de Nicolás Janowski. (56) Shawis. Fotografías y texto de Musuk Nolte. (62) Rio Pirá Paraná. Fotografías Sergio Bartelsman (66) Urbania. Fotografías de Andrés Salinero. Texto de Ataúlfo Pérez Aznar. (68) Entrevista a Jorge Villacorta. Por Equipo editorial. Fotografía de Daniel Sosa. (74) Los animales de verdad y los otros. Fotografías y texto de Edgar Moreno. (78) Fredi Guthmann 1911-1995. Fotografías de Fredi Guthmann. Texto de Ataúlfo Pérez Aznar. (86) Huellas de plata. Fotografías y texto de Santiago Harker. (92) La edición hegemónica. Texto Geovany “Gato” Villegas S. (98) Sin: de ausencia y pecado. Fotografías de Mijail Vallejo. Texto de Pablo Corral. (100) La isla del tesoro. Fotografías y texto de Federico Estol. (104) Fotografias de Gilvan Barreto. Texto de Diógenes Moura. (110) Rikio Sugano. Texto Centro de la Imagen de Lima. (116) laoriental11.org (124) |
EditorialFotografía y viajes siempre se llevaron bien, incluso en los inicios, cuando era una tarea compleja y reservada a unos pocos iniciados en los misterios de la físico- química, capaces de desplazar equipos pesados y placas frágiles.
Louis Jacques Mandé Daguerre, quien recibiera una pensión del Estado francés por entregar al uso público este nuevo invento, estaba impulsado, entre otras cosas, por construir dioramas, escenarios realistas con la ilusión de las tres dimensiones, que permitían al público de la época viajar sin moverse de sus ciudades. El nuevo espejo con memoria permitiría que unos pocos adelantados representaran el enorme nuevo mundo que se abría ante la sociedad industrial, ávida de conocimientos, materias primas y mercados. Las imágenes de parajes, costumbres y personajes exóticos se multiplicaron para dar paso a este desbordamiento, que nos hace convivir hoy en un mar de fotografías. En nuestros días, Sudamérica aún es una fuente de exotismo para muchos, una frontera de la civilización occidental por descubrir y desde la cual enviar noticias al primer mundo. Incluso varios de nuestros fotógrafos locales siguen produciendo imágenes para satisfacer ese mercado, desde profesionales para revistas de viajes, hasta los actuales ciudadanos reporteros que surcan todos los senderos posibles, cargados con sus leves aparatos digitales, conectados a redes sociales saturadas de imágenes repetitivas. A pocos días de la presentación pública de la fotografía, una fragata armada de dos cámaras inoculaba el nuevo virus por el hemisferio Sur. El proyecto “la oriental”, propuesto desde el FIFV (Festival Internacional de Fotografía en Valparaíso), retoma su espíritu con una posta de fotógrafos que se pasa una cámara de mano en mano por el mundo; mientras otro autor revisa desde éstas páginas los zoológicos humanos y su |
representación, la más cruel derivada del exotismo que se exhibía en los parques públicos, ante los ojos de la manada europea.Desde Perú nos llega el legado de un viajero japonés, un adelantado del turismo a través de la imagen técnica, que luego hiciera famoso a sus coterráneos, quien recorre el territorio acompañado siempre de un fotógrafo para registrar su presencia en este nuevo mundo conquistado. La bitácora de viaje se enriqueció con esta nueva técnica, las texturas aportadas describen aspectos sutiles, no siempre registrados en la prosa. Es el formato propuesto por un fotógrafo que vuelve del exilio, a través de postales que relatan su regresen por medio de la nostalgia del texto manuscrito que acompaña el blanco y negro; mientras otro autor regresa al pueblo de la infancia, su pequeña Moscú signada para siempre por ser el primer municipio comunista del Brasil, en un viaje lleno del color contemporáneo. Pero los viajes no son patrimonio de la curiosidad, el motor principal es económico y la fotografía no es ajena a este interés, como el ensayo sobre un trabajador peruano que emigra al Sur dejando atrás a su familia, o las mujeres migrantes que sobre las dunas de Santa Cruz de la Sierra evocan en una performance su destino, mientras otro fotógrafo se interroga sobre los viajes del dinero y los famosos paraísos fiscales, curioso nombre para describir un lugar que permite evadir los impuestos al capital que requieren los Estados para entregar salud y educación a su población. Sueño de la Razón viaja también en este número, desde las aguas calmas que otorgaba el apoyo de una fundación para su edición, a las turbulencias del autofinanciamiento. Un viaje de madurez que emprendemos con la misma pasión de siempre por la fotografía producida en nuestra región, esperamos que lo disfruten. |