#03 Festa
ÍndiceVestidura, investidura y despojo. Texto de Margarita Alvarado. (9)
O imaginario das ações desconexas. Fotografías de Tiago Santana. Texto de Rubens Fernandes Jr. (18) Manélud. Fotografías y texto de Ludmila Sackharoff Rotatori y Breno Rotatori. (26) Viaje al mar. Fotografías y texto Gonzalo Donoso. (34) Simulacro. Fotografías y texto de Camila Rodrigo. (40) Noches de Gracia. Fotografías de Gihan Tubbeh. (48) Home queer home. Fotografías y texto de Solange Jacobs. (55) Cenicientas. Fotografías de Juan Britos. Texto de Rocío Ortega. (60) La Ceibita: Carlos Germán Rojas, visionario de la imagen. Fotografías de Carlos Germán Rojas. Texto de André Cypriano. (68) La belleza de las (otras) fiestas. Fotografías de Fernando Allen. Entrevista de Fredi Casco. (76) Cuadreras. Fotografías de Leonardo Vincenti. (82) Bailarines del desierto. Fotografías y texto de Andrés Figueroa. (90) Totoma. Fotografías de Daniela Dacorso. Texto de Marcos Bonisson. (98) Montubios. Fotografías y texto de Karla Gachet e Iván Kashinsky. (104) Al Mango. Fotografías y texto de Iván Franco. (110) Gallos del Perú/Democráticos. Fotografías de Ernesto Benavides y Gustavo Pellizzon. (114) Ángeles. Fotografías de Eduardo Osorio M. (116) |
EditorialEn Sudamérica, desde muy temprano, hemos sabido combatir las desgracias con la gracia de la fiesta. Momentos de igualación social, de catarsis colectiva, formas de contar el tiempo, de marcar los años pasados juntos. Suprema democracia de la Fiesta: una línea de energía vital que nos liga a nuestros ancestros. Vitalidad animal, domesticada por ritos y ceremonias desde la noche de los tiempos.
La fotografía no ha faltado a la cita, desde que llegó navegando hasta nuestras costas. Fiesta y fotografía se llevan bien. Es indudable que las fiestas contemporáneas poseen una alta cualidad fotogénica, en general los presentes quieren el certificado de participación que otorga la cámara. Son escasas las fiestas populares donde las cámaras no son bienvenidas. Y sin embargo, no es fácil encontrar los parámetros que aseguren el éxito de la operación (Lo que no significa que fotografiar fiestas no sea parte del programa de la cámara, en el sentido que le da Flusserl. Muy por el contrario, millonesde cumpleaños fotografiados lo prueban). “Se armó la fiesta” es un giro frecuente en este continente. A veces es literal, otras indica que algo se desató, incluso hasta la violencia. En todos los casos, la expresión se refiere a una acción colectiva. La fiesta fotografiada es registro de una actividad social, y a la vez, el testimonio del goce de un fotógrafo: La respuesta al vértigo creativo; todo está dado frente a la cámara cuando se arma la fiesta. En esta cuarta edición de la revista transitamos por la versión fotográfica de fiestas en la región. Desde los archivos que las consignan, hasta los creadores que las evocan en cada uno de nuestros países. En La Ceibita, barriada popular de Caracas, los vecinos organizan un baile y el dueño de casa los inmortaliza con sello setentero, en un libro sin |
pretensiones, que hará historia en la fotografía venezolana. Tres jóvenes peruanas, tres miradas que divergen desde un foco común, iluminan la noche. Travestis y personajes apenas sugeridos en un Iquitos sin concesiones; la sofisticación un poco perversa, construida frente al trípode en el rito de preparación; el documental en primera persona, subjetivo, que testimonia el desborde a todo color. Un reportero de Rosario cruza desde hace años a las islas del Río Paraná, donde los gauchos aún corren por su cuenta y a caballo: pocos turistas y hartas botellas acompañan las apuestas, defendidas con el facón de servicio. Una pareja de fotógrafos hace lo propio en el rodeo del Ecuador mirando con detención lo que ocurre tras las bambalinas del folklore oficial; mientras un chileno retrata a los ciudadanos que se preparan un año para participar en la fiesta religiosa mas grande de Chile. En Bolivia, diablos y ángeles se toman las calles, sincretismo de religiosidad elaborada en 500 años de dominación. El funk de los suburbios de Rio sorprende en fiestas masivas, “To To Ma” remeda el sonido electrónico del estribillo que desata las pulsiones sexuales de miles de jóvenes. La fiesta masiva de fines de siglo también es el objeto de trabajo de un fotógrafo uruguayo en el tren que une Montevideo con el Festival Rock del interior. Dos textos importantes vienen en Festa, Ticio Escobar, entrevistado por Fredi Casco, desarrolla la idea de “fiesta popular”, con el rigor y la precisión que acostumbra. Margarita Alvarado escribe sobre la representación fotográfica de los indígenas del confín del mundo y sus ritos. Nuevamente los invitamos a ser parte de este sueño, “Las niñas quieren ser cantantes” de esta fiesta fotográfica. |